“Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una.”
― George R.R. Martin
UNA PODEROSA INDUSTRIA
Salud, dinero y amor. Los expertos en mercadotecnia saben que la mayoría de la gente anhela tener precisamente eso. Son las 3 grandes áreas a explotar al vender sus productos y la industria editorial de la felicidad sabe utilizar muy bien estos deseos. Son los libros que más se venden, los que te ofrecen superar la depresión, tener éxito garantizado, hallar el amor verdadero o ganar rápidamente toneladas de dinero.
Esta industria de la felicidad en su conjunto promueve la idea de que se puede vivir siempre en positivo y que el estado normal es estar felices. Lo cual nos confronta con nuestra realidad e invariablemente nos deja en una clara desventaja ante dichas expectativas y con una franca necesidad de comprar aquello que venden, para que ahora si podamos dejar de enamorarnos de idiotas, ganar muchísimo dinero o ser más seductores y exitosos.
Estos expertos han encontrado la fórmula o las reglas que te permitirán, solucionar tu problema o carencia, garantizado. Tú no has podido hacerlo porque no sabías ese secreto que ellos descubrieron y que ahora ponen a tu alcance, solo tienes que comprar su libro y alcanzarás lo que anhelas.
El problema con esta idea, es que no se está tomando en cuenta que cada persona está rodeada de unas características únicas que hacen que el libro pueda o no ayudar en algo. Cada persona tiene una serie de circunstancias que le pueden favorecer a que aproveche las ideas propuestas en el libro, o bien que pueden ser limitantes a la hora de implementar dichas ideas. El autor del libro de autoayuda no sabe dónde vive la persona, con quién vive, si tiene trabajo, si tiene recursos económicos disponibles, hasta qué grado estudió, si comprende los vocablos en el libro, qué inteligencia y habilidades goce, o qué actitudes y cualidades posea.
TODO ES CONTEXTUAL
Puede ser que nos encontremos con un libro que nos provea de claridad, de conceptos útiles y funcionales, y al mismo tiempo puede que ese mismo libro no tenga mucho impacto en la vida de otra persona. Quizá sea el momento de la vida en el que se lee dicho libro, que hace que le prestemos más atención y tengamos más apertura.
Es muy probable que las ideas vertidas en sus páginas sean buenas ideas, pero eso no se traduce necesariamente en cambios en las conductas de la persona. Asimismo, puede ser que el contenido del libro sí se traduzca en nuevas conductas en la persona, pero que el medio social-familiar o laboral haga que esas conductas vayan desapareciendo al no ser bien recibidas por ellos.
Los libros de autoayuda podrían ayudar, es posible, a veces. Pero no pueden ayudar a todos, con independencia de lo que cada persona está viviendo. Estas limitaciones no son presentadas normalmente en dichos textos debido que ya no estarían garantizando el cambio que tanto anhela la persona y sus ventas se verían afectadas. Imagina la siguiente advertencia en un libro de autoayuda: “Este libro podría o no ayudarte, las ideas expresadas en este material no pueden de ninguna forma garantizar que usted vaya a entender las ideas expresadas, ni a implementar dichas ideas que se puedan traducir en algún cambio importante en su vida”.
Estos libros no pueden solucionarlo todo; tramposamente algunos te advierten que si no logras los cambios deseados es porque no le echaste suficientes ganas, no te esforzaste o comprometiste lo suficiente. Así que debes comprar la segunda parte del libro, o incluso buscar a un autor que si pueda garantizar el cambio deseado con su libro.
Aunque existen buenos libros que no son simplistas y unidimensionales, que sí pueden ayudar, los cambios en la vida de la persona van a depender de una compleja serie de factores, como las circunstancias en su contexto, la apertura, la flexibilidad, la inteligencia, la capacidad de análisis, el nivel de sufrimiento actual y la claridad que se tenga al respecto.
¡CUIDADO CON ESTOS LIBROS!
Lo que sí podemos advertir es acerca de aquellos textos que no están fundamentados en evidencias y que podrían provocar más problemas que los que buscan solucionar. Se recomienda tener cuidado con libros que ofrecen:
- Salidas o soluciones rápidas, o métodos curalotodo
- Procedimientos en las que se garantiza no va a haber dolor, ni esfuerzo
- Soluciones en las que simplemente se sustituyen pensamientos negativos por positivos
- Textos que promueven la idea que lo normal y correcto es sentirse bien todo el tiempo
- Manuales que garantizan que vas a olvidar lo que te afecta o que nunca vas a volver a preocuparte
- Libros que garantizan que si deseas muchísimo algo entonces es seguro que lo conseguirás
- Tratados que apuntan a un defecto interno o carencia en el carácter y que aumentan la culpa en el lector, por no ser más positivo, por no ser feliz
Es recomendable que vayamos desarrollando un mayor pensamiento crítico al evaluar estos textos, observando si son obras que contemplan la complejidad de la vida del ser humano, las dificultades, problemas, fracasos y pérdidas como parte normal y esperable de la vida, que no asumen que todo nos va a salir bien y que no vamos a sufrir, ni tener alguna desgracia o infortunio.
BUENOS LIBROS
Es una buena señal si se trata de obras que no patologizan el normal sufrimiento y las conductas que lo acompañan. Libros que reconocen que la ansiedad, la tristeza y el dolor son parte de la vida y que no son impedimentos para una buena vida y, sobre todo, que aclaran que hay problemas en la vida que no pueden solucionarse y que en muchos casos la aceptación es la alternativa más sabia.
Se dice que un buen libro es una ventana al interior de otra persona, es una posibilidad de aprender de ellas, de lo que han vivido, incluso en otros lugares y en otros tiempos, es una magnífica oportunidad para aprender y “vivir más de una vida”. A lo largo de la historia los seres humanos hemos recibido apoyo de otras personas para navegar por los momentos difíciles, apoyados en su experiencia y sabiduría, en persona o por medio de sus libros.
Puede existir la ayuda en libros, claro que sí, ya sea que se trate de fábulas, de narraciones, de historia, de textos filosóficos o religiosos, puede ser que sean Platón, Séneca, Tolstoi o Lao-Tsé los que nos auxilien a sortear los momentos de mayor duda y dificultad en la vida.
Si esta interacción entre la persona y el texto se convierte en ayuda va a depender de que se encuentren en la mínima sintonía la persona, el libro y las circunstancias.
