Intentaré explicarlo de manera práctica, que nos permita diferenciarla de otra emoción que se le puede confundir, el miedo.
Antes que nada, ten claro que todos los seres humanos tenemos la capacidad de sentir emociones, las cuales son reacciones innatas ante determinadas situaciones (por lo tanto tienen un punto de origen) y son breves en su duración (y si, realmente es breve, va de segundos a un par de minutos); lo que nos lleva a decir que la ansiedad es una emoción por lo tanto válida y entendible de experimentar.
Como dije previamente, se suele confundir la ansiedad con miedo porque la solemos sentir de manera muy similar en nuestros cuerpos (corazón acelerado, comportamientos enfocados a protegernos, muchos pensamientos que intentan ponernos en alerta) lo que nos lleva a mezclarlo usando palabras como nervios, preocupación, terror, zozobra, inquietud, angustia, intranquilidad etc.
Yendo directamente al punto y explicando el para qué sirven estas dos emociones desagradables tenemos que:
El miedo es la emoción que brota en nosotros cuando ESTAMOS FRENTE a una situación, una persona, un objeto, un animal, etc. que sabemos nos podrá dañar (física o psicológicamente), lo cual rápidamente hace que evaluemos si podemos hacerle frente y posteriormente nos hace permanecer ahí, encararlo o huir.
Por otra parte la ansiedad es la emoción que nace en nosotros cuando ESTAMOS ANTICIPANDO (con pensamientos o creándonos escenarios mentales) que una persona, objeto, situación o animal, etc. PUEDE provocarnos algún daño, lo cual, de poder reducir, evitar, o quitarnos esa incertidumbre – lo cual es precisamente el problema.