Todos hemos escuchado alguna vez acerca de la depresión, y lo primero que podemos imaginar al escuchar este término es quizá a una persona desanimada, con la mirada triste y constantemente llorando, y probablemente algunas de las características antes descritas puedan presentarse en una persona “deprimida”, sin embargo ¿Tú qué entiendes por “depresión”?
Lo que comúnmente entendemos como depresión se asocia con con sensación de tristeza, falta de ánimo o motivación para realizar actividades, irritabilidad, problemas en el sueño y la alimentación; sin embargo, es importante mencionarte que la palabra “depresión” es únicamente una forma de entender algunas conductas que se presentan en “exceso” (aparecen mucho y no deberían aparecer tanto) y “déficit” (conductas que casi no aparecen, siendo ideal su constante aparición), las cuales provocan que las personas se alejen de sus ideales y cosas valiosas e importantes para ellas y como resultado se presenta esta sensación de desmotivación y vacío.
Con base en esto, en muchas ocasiones cuando hablamos de depresión no necesariamente se trata de una “enfermedad” o algo que esté mal en ti; sino de una respuesta “natural” que se presenta ante situaciones difíciles y producen malestar. En este sentido, las conductas que englobamos como “depresión”, son una forma de enfrentar estas situaciones estresantes; esto aunado a situaciones en las que hemos tenido pocas experiencias agradables, situaciones motivantes y la conciencia de qué es importante y valioso, más mucho contacto con situaciones “desfavorables” pueden intensificar las sensaciones de “depresión” o hacer que dure más tiempo.
¿Qué hacer?
Una forma potencialmente eficaz es retomar actividades que te gustan o gustaban hacer, incluso con actividades que no sabes si te van a gustar, pero en algún momento tuviste la inquietud de hacer, te llamaron la atención, puede parecer algo no relacionado o incluso un tanto complicado de hacer en este momento, pero vale la pena intentarlo.
Además puedes plantearte alguna meta o propósito, no tiene que ser algo grande, pero si algo que para ti sea importante; la meta debe acercarte poco a poco (o mucho a mucho) a aquello que para ti es valioso, a la vida que quieres tener.
Dicho esto, el siguiente paso es realizar pequeñas acciones diarias que te acerquen a la meta, notarás eso que te hace sentir vivo o motivado; conviene llevar un diario en el cual registres como te sientes al acercarte a estas actividades o el simple hecho de anotarlas ¿Qué emociones te produce?
En muchas ocasiones la solución no es sencilla y desafortunadamente la depresión está presente en miles de personas a lo largo del mundo, ten la certeza de que no estás solo/a, existen alternativas para sentirte mejor, si llevas algún tiempo sintiendo este desánimo o tristeza es importante que consideres iniciar un proceso terapéutico. Si conoces de alguien que puede estar pasando por algo así, tu empatía y apoyo pueden ser de gran ayuda.
Acércate a nosotros, en el IJPCC estaremos encantados de poder acompañarte.