Instituto Jalisciense de Psicoterapia Cognitivo Conductual
¿Te ha pasado que en algunos momentos “no das el ancho” y no puedes “sacudirte” esa “sensación” por más que lo intentes?.
Lo analizas y suena ilógico porque sabes que eres un adulto, provisto de herramientas emocionales y cognitivas “maduras”, pareciera que el sentirse de esa manera tiene que ver con uno mismo, que “nos falta” algo, sin embargo sentirse “insuficiente” o “poco valioso”, no es necesariamente “real”, sino las reglas y aprendizajes fruto de un entorno que estuvo reforzando una interpretación excesivamente rígida y crítica de nosotros mismos.
Muchos de nosotros en algún momento de nuestras vidas hemos podido sentir que somos “inferiores a los demás” en algún aspecto, actividad, rasgo o característica. Cuando tenemos esta sensación de “insuficiencia”, solemos tener dificultades para poder evaluarnos en “grises” y lo hacemos de manera polarizada, en donde sólo hay dos opciones: “lo hice bien” o “lo hice mal”.
Por supuesto, nos centramos sólo en los “defectos”, reforzando con comparaciones con los demás en las que “salimos perdiendo” y de nuevo entramos en un espiral en el que nos sentimos poco valiosos y visualizamos una imagen de nosotros mismos muy negativa.
El sentirnos “insuficientes” va muy ligado a nuestro autoconcepto, pues refleja las percepciones, evaluaciones y pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos.
Esta “evaluación” que realizamos según hayan sido nuestras experiencias y lo que aprendimos de ellas.
Evidentemente nuestro autoconcepto empieza a forjarse desde la infancia y la adolescencia, a través de nuestras vivencias en el hogar, en la escuela y con los amigos, y se consolida etapa adulta.
¿Cómo puedo dejar de sentirme “inferior”?
Primero, es importante que sepas que esta “sensación” es fruto de tu historia de aprendizaje, no es algo que deliberadamente “elijas”, por lo que conviene tener una actitud compasiva, comprensiva y paciente, a la vez que decidida y orientada al esfuerzo por hacer el cambio.
Algunas recomendaciones que pueden ayudarte a trabajarlo son:
Cuando veas que estás autoexigiéndote y autocríticandote “en exceso”, evalúa si está afectando los aspectos importantes de tu vida, si es así, te invito a pedir ayuda. El pedir ayuda es el primer paso para acercarte a aquello que es valioso para ti, a sentirte mejor y aceptarte como eres: Valioso, suficiente e importante.