¿Qué es la Terapia de Esquemas?

Es muy común que lleguen a la consulta personas que se encuentran atrapadas en ciclos de reacciones que les llevan una y otra vez a los mismos resultados, es comprensible sentirse frustrado de intentar (sin grandes logros) hacer las cosas de diferente manera y tener uno de estos resultados: no lograr hacer algo (actuar o reaccionar) diferente, o que a pesar del esfuerzo, se obtenga el mismo resultado; esto ocurre porque en esas situaciones clave hay un esquema activado, en estas situaciones por más que nos esforcemos por pensar, actuar o reaccionar de una manera más objetiva o realista, no nos sale.

 

Imagínate que hacemos un experimento en el que te colocas unos lentes con mica verde y te pidiera que observaras un objeto, ¿qué color lo verías? ¿lo verías con un tinte verdoso, cierto?, por más que intentaras verlo del color que es, no podrías mientras tengas puestos esos lentes, podrías incluso reconocer que sabes que no es verdoso, que definitivamente es de otro color, lo sabes, sin embargo no lograrías verlo del color que sabes que es; lo mismo ocurre cuando en esas situaciones clave un esquema está activado.

 

Los Esquemas Desadaptativos Tempranos son aprendizajes  profundamente reforzados, que incluyen pensamientos, emociones y conductas, y  que determina la forma en cómo nos vemos a nosotros mismos, al mundo y a los demás, que cuando se encuentran activos, nos hacen interpretar lo que vivimos según lo que ellos nos dicen, y no  importa qué tan racionales sean las cosas que intelectualmente nos decimos para convencernos de ver las cosas realista y  objetivamente, lo que sentimos como verdadero es lo que el esquema nos dice, aunque generalmente tiene poco de racional (es decir, estar apegado a la realidad).

 

 

Jeffrey Young es el creador de la Terapia de Esquemas, un modelo cognitivo conductual que integra elementos de otras corrientes. Se basa en el supuesto de que desde temprana edad aprendemos cosas de las personas a nuestro alrededor, del ambiente y de las experiencias que tenemos, eso, aunado a la satisfacción (o no) de nuestras necesidades emocionales básicas y las características propias de nuestro temperamento, forma lo que se llama Esquema Desadaptativo Temprano  que  básicamente se trata de estos aprendizajes tan reforzados que determinan la forma en cómo vemos las cosas y en gran parte cómo vamos a reaccionar ante las situaciones, son rígidos y permanentes, se les llama “desadaptativos” porque impiden funcionar adecuadamente en las circunstancias en las que nos encontramos y provocan emociones negativas que podemos evaluar como perturbadoras.

 

Existen 18 Esquemas Desadaptativos Tempranos en la teoría de la Terapia de Esquemas, se agrupan de acuerdo a cinco necesidades emocionales básicas, a saber:

 

1. Desconexión y Rechazo,

2. Perjuicio en la autonomía y desempeño,

3. Límites deteriorados,

4. Tendencia hacia el otro,

5. Sobrevigilancia e inhibición.

¿Quieres saber cuáles son los tuyos? para darte una idea, revisa con cuáles de estas frases te identificas:

 

  • Creo que no puedo tener la certeza de que los demás no van a estar para darme apoyo de manera estable, temo que se vayan porque encontraron a alguien mejor, que mueran o sencillamente sean demasiado inestables e impredecibles a nivel emocional (esquema de abandono). 
  • Siempre espero que los demás me lastimen o se aprovechen de mí, percibo intenciones negativas en los demás para engañarme, manipularme o humillarme (esquema de desconfianza/abuso).
  • Siento que mis necesidades no son importantes para los demás, y no hay oportunidad de que alguien pueda satisfacerlas, no me siento querido, apoyado, protegido o conectado con los demás (esquema de privación emocional).
  • Me siento defectuoso, como si hubiera algo malo en mí, es algo que tengo que esconder de los demás porque si lo notan se alejarán de mí, no me creerán merecedor de su amor, por eso estoy pendiente de sus reacciones hacia mí y casi siempre termino sintiéndome avergonzado (esquema de imperfección/vergüenza).
  • Me siento aislado de los demás, creo que soy diferente y no pertenezco a ningún grupo, simple y sencillamente no encajo (esquema de aislamiento social).
  • No me siento capaz de hacer las cosas por mí mismo, me siento dependiente de los demás en muchas situaciones, no puedo tomar decisiones por mí mismo, no me siento capaz de resolver un problema o intentar algo nuevo, a veces me siento desamparado (esquema de dependencia/incompetencia).
  • ¡En cualquier momento puede ocurrir una catástrofe! y no hay manera en que yo pueda hacer algo para prevenirlo, puedo contraer una enfermedad muy grave, volverme loco, perder totalmente el control, ser víctima en un crimen, terremoto o secuestro; por eso debo ser extremadamente precavido (esquema de vulnerabilidad al daño o enfermedad).
  • Soy muy cercano a (generalmente padres/pareja) y no puedo vivir sin él/ella, tenemos una relación tan cercana que no podría saber quién soy sin esa persona, aunque a veces me sienta vacío y sin metas propias (esquema de yo no desarrollado).
  • Estoy convencido de que no soy capaz de triunfar en la vida, simplemente no puedo hacer las cosas como las hacen mis pares, en áreas de logros siempre estoy por abajo, a veces me siento tan tonto en algo que ni siquiera lo intento (esquema de fracaso).
  • Es evidente que soy superior a los demás, yo no tengo porque apegarme a las reglas que impone la sociedad, yo soy diferente y especial, debo poder hacer o tener cualquier cosa que yo quiera, me gusta tener el poder y el control y no entiendo por qué tenga que sentirme mal por ello (esquema de grandiosidad).
  • No me gusta lo que se siente mal, no tolero la frustración, no puedo controlar mis impulsos, no logro forzarme a hacer algo que no quiero hacer, trato de evitar a toda costa las cosas desagradables, evito confrontaciones, dolores y esfuerzos, casi nunca logro lo que me propongo pero ¡es que es tan difícil! (esquema de insuficiente autocontrol /autodisciplina).
  • Muchas veces me aguanto para evitar consecuencias negativas, es común que mis necesidades pasen a segundo plano pero prefiero eso a que los demás se enojen conmigo o me abandonen, siento que mis deseos, opiniones y sentimientos no son importantes para los demás, es mejor esconderlos para no incomodar (esquema de subyugación).
  • Me gusta ayudar a los demás, si alguien está necesitado o es más débil que yo debo renunciar a mis necesidades para ayudarlo, si no lo hago, me siento culpable, aunque a largo plazo, a veces me siento resentido con esas personas de quienes me hice cargo (esquema de autosacrificio).
  • Lo más importante para mí es que los demás me vean bien, busco aprobación, aprecio, reconocimiento y admiración en los demás, a veces a costa de mostrarme a mí mismo, busco estatus, una buena apariencia y la aprobación de todos (esquema de búsqueda de aprobación/reconocimiento).
  • Hay que ver todo lo malo que puede pasar, y en eso soy experto, casi siempre detecto todo lo que puede salir mal en una situación, y por lo general me cuesta ver el lado positivo de las cosas; es común que me encuentre preocupado o alerta de todas estas cosas negativas que pueden ocurrir y eso me lleva a tener dificultades para tomar decisiones (esquema de negatividad/pesimismo).
  • Necesito tener el control de mis sentimientos e impulsos, creo que si los expreso puedo dañar a los demás o sentirme avergonzada, tal vez me abandonarán o pierda toda mi valía como persona, se me dificulta ser espontáneo, ni siquiera en sentimientos como enojo, tristeza o alegría, también prefiero evitar los conflictos u siempre pensar las cosas antes de actuar (esquema de inhibición emocional).
  • Creo que nunca se es suficiente, hay que intentar más y más, tengo estándares altos porque no quiero ser criticado; aunque me reconozco crítico conmigo mismo y con los demás, soy perfeccionista, tengo reglas firmes y me preocupa el tiempo y eficiencia, no es común que me relaje, que disfrute o que tenga buenas relaciones sociales (esquema de estándares inalcanzables).
  • Siento que las personas deben ser duramente castigadas por sus errores, a veces son agresivo, intolerante o impaciente, se me dificulta perdonarme o perdonar a los demás cuando se comete un error, no hay ninguna justificación cuando uno se equivoca (esquema de castigo).
taller-la-intervencion-conductual-fria-mecanica-o-eficiente

Es común que las personas se identifiquen con muchos de los esquemas que se presentaron anteriormente, debido a la complejidad de nuestra cognición el separar los contenidos de pensamiento, es una tarea difícil que solamente un psicoterapeuta bien entrenado puede hacer, ya que los esquemas no son el único elemento a considerar en la conceptualización que se hace en la Terapia de Esquemas, existen otros dos elementos que entran en juego: los estilos de afrontamiento y los modos de esquema, que revisaremos en otro momento.

Por ahora, se enumeran estos elementos para ejemplificar cómo los componentes de esquemas pueden conjugarse para lograr su objetivo principal: confirmarse y mantenerse. En realidad no son los malos del cuento, los esquemas bien regulados nos ayudan a sobrevivir, adaptarnos y funcionar, lo que realmente nos genera problemas es su rigidez.

Un proceso psicoterapéutico desde la Terapia de Esquemas inicia con una conceptualización de caso, el terapeuta y el paciente hacen un equipo para reestructurar el contenido de pensamiento del paciente que le está generando problemas, cada uno tiene su labor; en este primer momento  el clínico recoge datos importantes y les da sentido desde esta teoría, dicha conceptualización es compartida con el paciente, lo cual le ayuda a comprender su problemática e historia de vida, al terapeuta le permite identificar los elementos fundamentales de la cognición del paciente que deben ser reestructurados y a ambos a idear un plan de tratamiento personalizado que garantice la eficacia de las intervenciones.

 

La Terapia de Esquemas ha demostrado ser eficaz para diversos trastornos y problemáticas psicológicos, Young la formuló como alternativa de tratamiento para los pacientes cuyas características limitaban la eficacia de las Terapias Cognitivo Conductuales tradicionales, es, definitivamente un modelo que vale la pena revisar si se desea comprender y atender de manera más completa las problemáticas psicológicos.

Mtra. Laura Gómez-Llanos

Psicoterapeuta