estrategias para afrontar la enfermedad

Estrategias para afrontar la enfermedad

Ni el consejo de la vecina, ni la información del internet, funcionan para afrontar las enfermedades

Cuando recibimos la noticia de que padecemos una enfermedad médica y/o psicológica es sin duda uno de los momentos que más nos angustian, si a esto agregamos que algunos de estos padecimientos implicaran tratamientos largos, dolorosos y costosos se añaden emociones como frustración, enojo y desesperanza. Es en esos momentos cuando la búsqueda de opciones mágicas, pedir consejos a conocidos y familiares, visitar a más de un profesional de la salud se convierten en las estrategias de solución.

Sin embargo, poco o nulo resultado tiene pedir consejo a personas que solo tienen como base la propia experiencia o el conocimiento popular y esto provoca un incremento desesperado en tomar remedios caseros y/o realizar acciones de distracción con el objetivo de no pensar mucho en el problema.

“Derivado de la ignorancia se afirma que todo está en la mente”

Es por ello que me permito compartir algunas estrategias que han demostrado ser efectivas en el apego al tratamiento y por ende a favorecer la recuperación de los padecimientos físicos y psicológicos:

1. Acepta radicalmente del diagnóstico y el tratamiento

Confía en que, si estas frente a un profesional de la salud tiene el conocimiento necesario para indicar el diagnóstico y tratamiento más adecuado para tu problema, negarlo no es para nada algo útil, perderás tiempo y corres el riesgo de agravarlo. Claro que siempre tienes la opción de una segunda opinión, pero no pases semanas o meses buscando que te digan lo que quieres escuchar. La aceptación radical implica dejar de pelearte con la realidad, no es necesario que te agrade la situación o que estés de acuerdo, simplemente es tomar las cosas tal como son y seguir adelante.

2. Organiza una agenda y asocia la toma de medicación a alguna actividad cotidiana

No faltar a las citas y/o exámenes médicos es una tarea que requiere organización, por lo que utilizar una agenda donde hagas las notas necesarias es sumamente importante, además, asociar la toma de medicación a tareas ordinarias te facilitará la vida, por ejemplo:  tomar la medicación antes de lavarte los dientes, comer, bañarte, etcétera, todo depende de los horarios en que te lo hayan indicado, la cuestión es que al asociar de manera repetida la toma de medicación a la acción cotidiana se incrementa la probabilidad de que se haga de forma puntual.

3. Sigue únicamente las indicaciones del profesional de la salud y pregunta todas tus dudas

Buscar en internet síntomas, diagnósticos y tratamientos no es una buena idea, ya que probablemente termines con mayor preocupación y confusión, recuerda que cualquier persona puede subir a la red información y ésta no siempre es fidedigna, tampoco conviene seguir recomendaciones de conocidos y amigos ya que cada tratamiento es individualizado y la responsabilidad y manejo es del profesional de la salud a cargo. Por otro lado, es de suma importancia que en cada consulta preguntes todas tus dudas, hazlo hasta que te vayas convencido y te asegures de que realizarás las indicaciones de forma correcta.

4. Estímulos visuales y/o recordatorios en celular

Puedes apoyarte al colocar post-it en lugares estratégicos para recordarte las citas o la toma de medicación, así como realizar acciones correctivas, como disminuir el consumo de café, beber más agua, hacer ejercicio, completar alguna tarea, entre otras.  Hoy en día poner alarmas en tu celular ayuda bastante a que mejores tus hábitos y sigas las indicaciones al pie de la letra.

“Siempre es mejor tener apoyos visuales que confiar en la memoria”

5. Nota los avances y Auto refuérzate

Por último, enfócate en notar cada avance que logras por pequeño que sea, reducir el tiempo de un ataque de pánico, la frecuencia, o la intensidad, pasar menos horas rumiando una idea intrusiva, llorar menos, tener menos dolor físico, reducir un poco tus niveles de glucosa o peso; lo importante es concentrarse en el proceso y no estar polarizado a que todo debe ser perfecto y que ya no debes tener el problema de salud. Refuérzate por tu esfuerzo con algún detalle o palabras de aliento, siente orgullo de ti y sigue adelante, recuerda que Roma no se hizo en un día.

 

Mtro. Carlos Alberto Martín Mosqueda

Psicoterapeuta, Docente y Supervisor

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