pexels-andrea-piacquadio-3771135

¿Cómo afrontar la ansiedad?

La pregunta que sirve de título a esta entrada tiene en su segunda palabra (afrontar) la respuesta simple, directa y corta a ¿cómo superar la ansiedad?.

 

Si, aunque parezca como dije antes simple, no hay mejor forma de solucionar una problemática de ansiedad que te esté alejando de las actividades que disfrutas y/o de la vida que realmente te agradaría tener, que estar ahí en las situaciones que te producen la ansiedad.

 

Ahora bien, es muy posible quet tú, estimado lector, cuando vayas a psicoterapia a tratar esta problemática, vayas con la expectativa de que la ansiedad desaparecerá para siempre de tu vida, o buscando la solución mágica para ya no experimentar ansiedad, ya que si es algo que te ha atormentado por un largo periodo de tiempo, es comprensible desear no experimentar nunca más esas sensaciones para así disfrutar nuevamente tu vida, incluso yo, que me dedico a esto, tendría los mismos deseos que tú.

 

Sin embargo, tras llevar algunos procesos terapéuticos, trabajando en lo personal situaciones que me generaron ansiedad y recapitulando las situaciones de mi vida que he tenido después de mis procesos terapéuticos, me encuentro con que la ansiedad persiste (eso sí en una intensidad menor y ya no me frena tanto el hacer las cosas que disfruto y que están encaminadas a mis valores).  Es por esto que comprendí -y me gustaría que tú también lo percibas así- que la ansiedad es una emoción que sentiremos a lo largo de nuestra vida y eventualmente la experimentaremos, pues cumple una función en nuestras vidas, tiene una razón de ser y nuestra labor entonces, no es rehuir de ella, si no el validarla, darle su justo reconocimiento y afrontarla de manera que nos acerquemos a aquello que nos importa.

 

Entonces, si no se puede quitar la ansiedad, ¿qué sentido tiene esta entrada?, ¿por qué habrías que seguir leyendo a un servidor? Pues bueno, porque al igual que te acabo de comentar, he vivido problemas de ansiedad, trataré transmitirte qué definición me ayudó comprender qué es lo que estaba viviendo, para qué nos sirve la ansiedad y sin entrar en un proceso de intervención, te daré algunas recomendaciones que puedes aplicar para hacerle frente a tu ansiedad.

¿Qué es la ansiedad?

Intentaré explicarlo de manera práctica, que nos permita diferenciarla de otra emoción que se le puede confundir, el miedo.

 

Antes que nada, ten claro que todos los seres humanos tenemos la capacidad de sentir emociones, las cuales son reacciones innatas ante determinadas situaciones (por lo tanto tienen un punto de origen) y son breves en su duración (y si, realmente es breve, va de segundos a un par de minutos); lo que nos lleva a decir que la ansiedad es una emoción por lo tanto válida y entendible de experimentar.

 

Como dije previamente, se suele confundir la ansiedad con miedo porque la solemos sentir de manera muy similar en nuestros cuerpos (corazón acelerado, comportamientos enfocados a protegernos, muchos pensamientos que intentan ponernos en alerta) lo que nos lleva a mezclarlo usando palabras como nervios, preocupación, terror, zozobra, inquietud, angustia, intranquilidad etc.

 

Yendo directamente al punto y explicando el para qué sirven estas dos emociones desagradables tenemos que:

 

El miedo es la emoción que brota en nosotros cuando ESTAMOS FRENTE a una situación, una persona, un objeto, un animal, etc. que sabemos nos podrá dañar (física o psicológicamente), lo cual rápidamente hace que evaluemos si podemos hacerle frente y posteriormente nos hace permanecer ahí, encararlo o huir.

 

Por otra parte la ansiedad es la emoción que nace en nosotros cuando ESTAMOS ANTICIPANDO (con pensamientos o creándonos escenarios mentales) que una persona, objeto, situación o animal, etc. PUEDE provocarnos algún daño, lo cual, de poder reducir, evitar, o quitarnos esa incertidumbre – lo cual es precisamente el problema.

 

En síntesis:

Emoción de miedo ante un peligro  Evaluación de si tenemos capacidad de enfrentarlo + pensar qué hacer  Pasar a ejecutar algo (enfrentar o retirarse)

 

Emoción de ansiedad ante un posible peligro (nosotros lo pensamos así)  Evaluamos si tenemos la capacidad de enfrentarlo + pensar qué hacer + pensar si eso pasará y si no + pensar en otra alternativa + pensar en otra alternativa… y así hasta el infinito.

 

Si esto ocurre, hay un elemento que está haciendo falta cuando experimentamos ansiedad, la acción o estrategia de afrontamiento, aquello que idealmente nos llevaría a resolver la situación, que en muchas ocasiones no es la más efectiva y nos mantiene en ciclos cada vez más intensos de ansiedad, precisamente porque no estamos haciendo algo eficaz para afrontarla, y aquí repito AFRONTARLA, no dejar de sentirla.

 

Yo puedo entender que busquemos protegernos del peligro, es nuestro instinto de supervivencia y no creo que sea algo malo tenerlo, puesto que de no tenerlo posiblemente no estaríamos aquí como especie. Solo que en ocasiones buscamos que todas las posibilidades estén cubiertas y eso es agotador e imposible de hacer.

 

Ahora, ¿qué puedes hacer para afrontar la ansiedad?, para darte una respuesta un poco más digerible y que como dije, sin adentrarme a dar estrategias específicas de intervención sin un contexto y un análisis detallado de lo que sucede y porqué sucede y que se está consiguiendo, emplearé la algunas estrategias y conceptos que maneja la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), la cual considero tiene muy buenas herramientas para ayudarnos reorientar nuestra aproximación a la emoción de ansiedad y dar ese primer pasito.

 

Considera esto: LUCHAR CONTRA LA ANSIEDAD = BATALLA PERDIDA

¿Qué quiere decir esto?, intentar detener (hasta que desaparezca) la ansiedad es algo imposible puesto que como lo acabo de explicar, sirve para algo y busca cuidar de nosotros, es por esto que, en un tratamiento efectivo, lo que se buscará es que aún a pesar de lo incómodo que resulta experimentar ansiedad, sigas haciendo aquellas cosas que has venido frenando, retrasando o alejando y que te son valiosas; ya que…

 

VIVIR UNA VIDA PLENA = ESTAR DISPUESTO A TENER CUALQUIER EMOCIÓN Y ESO INCLUYE LA ANSIEDAD

 

Y te  doy un ejemplo de esto, para que te des cuenta que antes de que tu ansiedad fuera un problema,quizás ya habías experimentado esto. Si alguna vez has invitado a salir por primera vez a alguien que te gusta mucho o que te resultó atractivo/a, de seguro experimentaste mucho malestar (ansiedad), pero casi te puedo garantizar que aun así, continuaste con la cita, te esforzaste en tu apariencia  e hiciste todo lo posible para pasarla bien (consideremos sólo por un momento que muchos nos hemos aventurado a hacerlo).

 

De esta forma es cómo se inicia el afrontamiento a la ansiedad, cuando es efectivo nos orienta a no dejar aquello que deseamos o que es importante sólo por esa emoción incómoda y al contrario, aunque estemos sudando, aunque nos tiemble la voz, seguimos en la cita con ese alguien especial.

 

Una vez que esta idea haya sido aceptada y comprendida por ti, otra sugerencia para a la acción sin frenar/quitarse la ansiedad es reconocer que está ahí, darle espacio y pasar a la acción.

 

  • Puedes decir algo como: “estoy notando que tengo ansiedad y esta emoción me hace pensar <pensamientos que estés teniendo >”.
  • Intenta darle una forma o color (materialice en su mente) a esa emoción.
  • Tras lo anterior agrega: “no me agrada sentir esta emoción, me gustaría que parara.
  • Y viene el elemento más importante, el que te invitará a evitar rehuír a la emoción y puede permitir que la tomes de la mano y junto con ella te aventures a hacer aquello que te has frenado a hacer o has pospuesto: “Y AUN ASÍ HARÉ <inserta aquí esa acción>”.

 

Más o menos quedaría algo así:

 

“Al escribir esta entrada estoy notando que tengo ansiedad y esta emoción hace que tenga pensamientos como tienes que darte a entender, sé conciso, no debes equivocarte; la ansiedad la veo como una nube esponjada de color gris, no me agrada sentir esta emoción y que esté esta nube en mi cabeza, me gustaría que parara, Y AUN ASÍ REDACTARÉ mi entrada y la daré a conocer a todos”

Definir mis valores

¿Qué se busca con esto? como lo dije al pasar a este segundo tip, este tipo de frases nos ayuda a  pasar a la acción, aceptando esa emoción desagradable y traerla con nosotros cuando ejecutamos esa acción. Con esto podemos reconocer que aún con dudas e incertidumbre, es posible HACER las cosas.

Como tercer y última sugerencia: evalúa si esa acción, es algo valioso e importante para ti, para eso puedes utilizar un cuadro como este:  

¿Qué le da significado e importancia a mi vida?

¿Qué tan importante es para mí?

(1 = nada importante / 10 = sumamente importante)

Ejemplos de acciones que me llevan a conseguirlo

Amistad

  

Ser una buena persona/hijo-a/esposo-a/novio-a/estudiante/empleado-a/etc.

  

Ayudar a los demás

  

Aprender y desarrollarme

  

Mejorar mis finanzas

  

La apertura con los otros

  
  • No necesariamente son sólo estos valores los que mueven a las personas, pero pueden tomarse de ejemplo y continuar agregando más o reemplazar los que yo les sugerí.

Y este ejercicio conéctalo con la siguiente metáfora:

 

“Identifícate como un chofer de una ruta de transporte público de tu ciudad, sabiendo que hay que llegar del punto A al punto B, teniendo un tiempo para llegar (y a la vez con la flexibilidad de retrasarse sólo poco tiempo, por si hubiera tráfico o hubiese una manifestación, cosas que no puedes controlar). Ahora imagínate que los pasajeros que llevas, comienzan a hostigarte, amenazarte, a hacer muchísimo ruido, prácticamente a distraerte y hacer que no avances, haciendo que te demores, ¿qué harías con esos pasajeros?, ¿seguirás permitiendo que se interpongan para llegar a tu destino?. A estos pasajeros les permitiste subir, de la misma forma tienes el poder de bajarlos e ignorarlos para continuar con tu ruta – acciones que la compañía de transporte público te dijo que tienes permitido hacer”.

 

¿Te parece que esta metáfora es similar a cómo tus pensamientos interfieren con aquello que le da significado a tu vida y así como el chofer que tiene ese permiso para bajar o ignorar a esos pasajeros (pensamientos), tu tiene ese mismo poder hacia ellos?

 

 

Te recuerdo que estas estos sugerencias tienen la intención de ofrecer una opción que pueda funcionar para darle un punto final a tus pensamientos que hacen que te mantengas en estado constante de ansiedad.

 

Pero si retomamos la idea de la naturaleza de la ansiedad -algo pasajero y que tiene la utilidad de ponernos en alerta de algo futuro- y no la complementamos con AFRONTAR – HACER ALGO (eficaz), esto simplemente no funcionaría.

 

Espero que estas ideas te funcionen y si crees que puedan ser de utilidad para alguien, sientete libre de compartirselas.

 

Picture of Psic. José Carlos Martínez

Psic. José Carlos Martínez

Encuentra más contenido como este en nuestro BLOG:

pexels-mental-health-america-(mha)-5542967

¿Necesito ir a terapia?

Seguramente has escuchado que asistir a terapia tiene múltiples beneficios, que te pueden ayudar a “sentirte mejor” o “solucionar cosas” y en parte todo esto es cierto, pero además pueden surgir otras preguntas.

 

¿Cuándo necesito ir a terapia? ¿Existe alguna señal de alarma? ¿sólo se acude cuando me encuentro mal o puede ser para algo más?

 

Me gustaría compartirte algunas ideas de los motivos que nos pueden llevar a tomar la decisión de iniciar un proceso de terapia.

 

Aclarando que son muchas las razones por las que nos podemos sentir motivados a hacerlo y que hay ocasiones en las que puede ser difícil identificar que necesitamos alguna ayuda.

 

Sin duda,  para todos nosotros habrá momentos en que podremos solucionar nuestros problemas solos y llamar al especialista no será necesario; sin embargo, en ocasiones el sufrimiento, la ansiedad o el agobio llegan a ser tan intensos que nos provocan un gran malestar y  mantener un buen estado mental y emocional no es posible y por consecuencia nuestro funcionamiento se ve afectado.

 

Esta puede ser la primera señal de que es necesario acudir con un profesional de la salud mental – un psicólogo clínico-,  cuando nos percatamos que aquello que estamos viviendo ya no nos es posible resolverlo por nosotros mismos, nos comienza a “sobrepasar” y comienza a afectar nuestro ritmo de vida y a generar malestar o sufrimiento.

 

Cuando inicias un proceso de terapia con un profesional calificado y capacitado para ello, es posible que recibas la ayuda o apoyo específico y enfocado a tus necesidades, también te permite identificar el origen del problema y aprender herramientas que durante el proceso vas a aprendiendo y que hacen posible  afrontar de mejor manera  el problema y  disminuir el malestar que te está impidiendo seguir en este momento.

 

Entonces, ¿sólo puedo asistir cuando me estoy sintiendo muy mal o tengo algún “problema grave”?

El psicoterapeuta es un profesional que cuenta con una formación y herramientas  -idealmente basada en evidencia científica- que te ayudarán a resolver aquello por lo que estés pasando, sin necesidad de que sea algo realmente grave.

 

Muchas de las situaciones que atendemos los Psicólogos no son graves, sino situaciones cotidianas, problemáticas específicas o emociones intensas que de alguna manera las personas han aprendido a funcionar con ellas, pero que tienen un costo y  las personas deciden que no quieren vivir con esto porque vale la pena aprender a afrontarlas o sobrellevarlas mejor, y para ello no hay mejor estrategia que un proceso terapéutico.

 

Te comparto algunas de las razones por las que podemos acudir a terapia:

 

  • Problemas familiares, de comunicación o con la pareja.

 

  • Mejorar en tus relaciones personales, laborales o personales también es un buen motivo para acudir a terapia, en busca del crecimiento personal, y obtener herramientas para conseguirlo.

 

  • Cuando existe un profundo dolor que no sabemos cómo superar, si la emoción de tristeza es tan fuerte que cada vez es más difícil estar con ella, y se llega a transformar en un momento negativo que es difícil, algunos ejemplos pueden ser la perdida de algún ser querido o una ruptura amorosa.

 

  • Experimentar angustia, insomnio, agotamiento y pensamientos obsesivos.  Por ejemplo estar preocupado todo el tiempo por alguna situación en particular puede generar angustia que algo malo pueda ocurrir en algún momento o en ocasiones también puede ocurrir que experimentamos estos síntomas sin un motivo aparente.

 

  • Buscar un cambio en nuestra vida, fijar objetivos, hábitos nuevos o erradicar viejos, sin embargo, a pesar de intentarlo, llega a ser muy complicado y nos frustra el no saber por dónde empezar.

 

  • Experimentar la pérdida de control de nuestras emociones ante factores externos o internos y no saber cómo regresar a la calma para resolver de forma efectiva.

 

  • Experimentar síntomas físicos, como dolores de cabeza, estómago o enfermarnos contantemente sin una explicación médica, puede ser esa señal de nuestro cuerpo de que algo no está yendo bien y estemos experimentando este tipo de malestares, por causas emocionales.

 

Además de estas razones que comparto ahora, hay un sinfín de motivos por los cuáles podemos comenzar un proceso de psicoterapia, pues trae consigo beneficios en nuestro día a día que son aplicables, tengamos o no alguna de las situaciones antes mencionadas.

 

 

Si consideras que estas pasando por alguna de ellas, me gustaría invitarte a que te preguntes si lo que estás viviendo está siendo viable resolver por ti mismo, si la respuesta es negativa puedes considerar la posibilidad de buscar el apoyo de un profesional de la salud mental que te ayude con tu proceso y acercarte a la vida que quieres vivir.

 

Picture of Psic. Sofía Vélez

Psic. Sofía Vélez

Si te gustó esta entrada, puedes encontrar más contenido como este en nuestro BLOG: