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¿Cómo afrontar la ansiedad?

La pregunta que sirve de título a esta entrada tiene en su segunda palabra (afrontar) la respuesta simple, directa y corta a ¿cómo superar la ansiedad?.

 

Si, aunque parezca como dije antes simple, no hay mejor forma de solucionar una problemática de ansiedad que te esté alejando de las actividades que disfrutas y/o de la vida que realmente te agradaría tener, que estar ahí en las situaciones que te producen la ansiedad.

 

Ahora bien, es muy posible quet tú, estimado lector, cuando vayas a psicoterapia a tratar esta problemática, vayas con la expectativa de que la ansiedad desaparecerá para siempre de tu vida, o buscando la solución mágica para ya no experimentar ansiedad, ya que si es algo que te ha atormentado por un largo periodo de tiempo, es comprensible desear no experimentar nunca más esas sensaciones para así disfrutar nuevamente tu vida, incluso yo, que me dedico a esto, tendría los mismos deseos que tú.

 

Sin embargo, tras llevar algunos procesos terapéuticos, trabajando en lo personal situaciones que me generaron ansiedad y recapitulando las situaciones de mi vida que he tenido después de mis procesos terapéuticos, me encuentro con que la ansiedad persiste (eso sí en una intensidad menor y ya no me frena tanto el hacer las cosas que disfruto y que están encaminadas a mis valores).  Es por esto que comprendí -y me gustaría que tú también lo percibas así- que la ansiedad es una emoción que sentiremos a lo largo de nuestra vida y eventualmente la experimentaremos, pues cumple una función en nuestras vidas, tiene una razón de ser y nuestra labor entonces, no es rehuir de ella, si no el validarla, darle su justo reconocimiento y afrontarla de manera que nos acerquemos a aquello que nos importa.

 

Entonces, si no se puede quitar la ansiedad, ¿qué sentido tiene esta entrada?, ¿por qué habrías que seguir leyendo a un servidor? Pues bueno, porque al igual que te acabo de comentar, he vivido problemas de ansiedad, trataré transmitirte qué definición me ayudó comprender qué es lo que estaba viviendo, para qué nos sirve la ansiedad y sin entrar en un proceso de intervención, te daré algunas recomendaciones que puedes aplicar para hacerle frente a tu ansiedad.

¿Qué es la ansiedad?

Intentaré explicarlo de manera práctica, que nos permita diferenciarla de otra emoción que se le puede confundir, el miedo.

 

Antes que nada, ten claro que todos los seres humanos tenemos la capacidad de sentir emociones, las cuales son reacciones innatas ante determinadas situaciones (por lo tanto tienen un punto de origen) y son breves en su duración (y si, realmente es breve, va de segundos a un par de minutos); lo que nos lleva a decir que la ansiedad es una emoción por lo tanto válida y entendible de experimentar.

 

Como dije previamente, se suele confundir la ansiedad con miedo porque la solemos sentir de manera muy similar en nuestros cuerpos (corazón acelerado, comportamientos enfocados a protegernos, muchos pensamientos que intentan ponernos en alerta) lo que nos lleva a mezclarlo usando palabras como nervios, preocupación, terror, zozobra, inquietud, angustia, intranquilidad etc.

 

Yendo directamente al punto y explicando el para qué sirven estas dos emociones desagradables tenemos que:

 

El miedo es la emoción que brota en nosotros cuando ESTAMOS FRENTE a una situación, una persona, un objeto, un animal, etc. que sabemos nos podrá dañar (física o psicológicamente), lo cual rápidamente hace que evaluemos si podemos hacerle frente y posteriormente nos hace permanecer ahí, encararlo o huir.

 

Por otra parte la ansiedad es la emoción que nace en nosotros cuando ESTAMOS ANTICIPANDO (con pensamientos o creándonos escenarios mentales) que una persona, objeto, situación o animal, etc. PUEDE provocarnos algún daño, lo cual, de poder reducir, evitar, o quitarnos esa incertidumbre – lo cual es precisamente el problema.

 

En síntesis:

Emoción de miedo ante un peligro  Evaluación de si tenemos capacidad de enfrentarlo + pensar qué hacer  Pasar a ejecutar algo (enfrentar o retirarse)

 

Emoción de ansiedad ante un posible peligro (nosotros lo pensamos así)  Evaluamos si tenemos la capacidad de enfrentarlo + pensar qué hacer + pensar si eso pasará y si no + pensar en otra alternativa + pensar en otra alternativa… y así hasta el infinito.

 

Si esto ocurre, hay un elemento que está haciendo falta cuando experimentamos ansiedad, la acción o estrategia de afrontamiento, aquello que idealmente nos llevaría a resolver la situación, que en muchas ocasiones no es la más efectiva y nos mantiene en ciclos cada vez más intensos de ansiedad, precisamente porque no estamos haciendo algo eficaz para afrontarla, y aquí repito AFRONTARLA, no dejar de sentirla.

 

Yo puedo entender que busquemos protegernos del peligro, es nuestro instinto de supervivencia y no creo que sea algo malo tenerlo, puesto que de no tenerlo posiblemente no estaríamos aquí como especie. Solo que en ocasiones buscamos que todas las posibilidades estén cubiertas y eso es agotador e imposible de hacer.

 

Ahora, ¿qué puedes hacer para afrontar la ansiedad?, para darte una respuesta un poco más digerible y que como dije, sin adentrarme a dar estrategias específicas de intervención sin un contexto y un análisis detallado de lo que sucede y porqué sucede y que se está consiguiendo, emplearé la algunas estrategias y conceptos que maneja la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), la cual considero tiene muy buenas herramientas para ayudarnos reorientar nuestra aproximación a la emoción de ansiedad y dar ese primer pasito.

 

Considera esto: LUCHAR CONTRA LA ANSIEDAD = BATALLA PERDIDA

¿Qué quiere decir esto?, intentar detener (hasta que desaparezca) la ansiedad es algo imposible puesto que como lo acabo de explicar, sirve para algo y busca cuidar de nosotros, es por esto que, en un tratamiento efectivo, lo que se buscará es que aún a pesar de lo incómodo que resulta experimentar ansiedad, sigas haciendo aquellas cosas que has venido frenando, retrasando o alejando y que te son valiosas; ya que…

 

VIVIR UNA VIDA PLENA = ESTAR DISPUESTO A TENER CUALQUIER EMOCIÓN Y ESO INCLUYE LA ANSIEDAD

 

Y te  doy un ejemplo de esto, para que te des cuenta que antes de que tu ansiedad fuera un problema,quizás ya habías experimentado esto. Si alguna vez has invitado a salir por primera vez a alguien que te gusta mucho o que te resultó atractivo/a, de seguro experimentaste mucho malestar (ansiedad), pero casi te puedo garantizar que aun así, continuaste con la cita, te esforzaste en tu apariencia  e hiciste todo lo posible para pasarla bien (consideremos sólo por un momento que muchos nos hemos aventurado a hacerlo).

 

De esta forma es cómo se inicia el afrontamiento a la ansiedad, cuando es efectivo nos orienta a no dejar aquello que deseamos o que es importante sólo por esa emoción incómoda y al contrario, aunque estemos sudando, aunque nos tiemble la voz, seguimos en la cita con ese alguien especial.

 

Una vez que esta idea haya sido aceptada y comprendida por ti, otra sugerencia para a la acción sin frenar/quitarse la ansiedad es reconocer que está ahí, darle espacio y pasar a la acción.

 

  • Puedes decir algo como: “estoy notando que tengo ansiedad y esta emoción me hace pensar <pensamientos que estés teniendo >”.
  • Intenta darle una forma o color (materialice en su mente) a esa emoción.
  • Tras lo anterior agrega: “no me agrada sentir esta emoción, me gustaría que parara.
  • Y viene el elemento más importante, el que te invitará a evitar rehuír a la emoción y puede permitir que la tomes de la mano y junto con ella te aventures a hacer aquello que te has frenado a hacer o has pospuesto: “Y AUN ASÍ HARÉ <inserta aquí esa acción>”.

 

Más o menos quedaría algo así:

 

“Al escribir esta entrada estoy notando que tengo ansiedad y esta emoción hace que tenga pensamientos como tienes que darte a entender, sé conciso, no debes equivocarte; la ansiedad la veo como una nube esponjada de color gris, no me agrada sentir esta emoción y que esté esta nube en mi cabeza, me gustaría que parara, Y AUN ASÍ REDACTARÉ mi entrada y la daré a conocer a todos”

Definir mis valores

¿Qué se busca con esto? como lo dije al pasar a este segundo tip, este tipo de frases nos ayuda a  pasar a la acción, aceptando esa emoción desagradable y traerla con nosotros cuando ejecutamos esa acción. Con esto podemos reconocer que aún con dudas e incertidumbre, es posible HACER las cosas.

Como tercer y última sugerencia: evalúa si esa acción, es algo valioso e importante para ti, para eso puedes utilizar un cuadro como este:  

¿Qué le da significado e importancia a mi vida?

¿Qué tan importante es para mí?

(1 = nada importante / 10 = sumamente importante)

Ejemplos de acciones que me llevan a conseguirlo

Amistad

  

Ser una buena persona/hijo-a/esposo-a/novio-a/estudiante/empleado-a/etc.

  

Ayudar a los demás

  

Aprender y desarrollarme

  

Mejorar mis finanzas

  

La apertura con los otros

  
  • No necesariamente son sólo estos valores los que mueven a las personas, pero pueden tomarse de ejemplo y continuar agregando más o reemplazar los que yo les sugerí.

Y este ejercicio conéctalo con la siguiente metáfora:

 

“Identifícate como un chofer de una ruta de transporte público de tu ciudad, sabiendo que hay que llegar del punto A al punto B, teniendo un tiempo para llegar (y a la vez con la flexibilidad de retrasarse sólo poco tiempo, por si hubiera tráfico o hubiese una manifestación, cosas que no puedes controlar). Ahora imagínate que los pasajeros que llevas, comienzan a hostigarte, amenazarte, a hacer muchísimo ruido, prácticamente a distraerte y hacer que no avances, haciendo que te demores, ¿qué harías con esos pasajeros?, ¿seguirás permitiendo que se interpongan para llegar a tu destino?. A estos pasajeros les permitiste subir, de la misma forma tienes el poder de bajarlos e ignorarlos para continuar con tu ruta – acciones que la compañía de transporte público te dijo que tienes permitido hacer”.

 

¿Te parece que esta metáfora es similar a cómo tus pensamientos interfieren con aquello que le da significado a tu vida y así como el chofer que tiene ese permiso para bajar o ignorar a esos pasajeros (pensamientos), tu tiene ese mismo poder hacia ellos?

 

 

Te recuerdo que estas estos sugerencias tienen la intención de ofrecer una opción que pueda funcionar para darle un punto final a tus pensamientos que hacen que te mantengas en estado constante de ansiedad.

 

Pero si retomamos la idea de la naturaleza de la ansiedad -algo pasajero y que tiene la utilidad de ponernos en alerta de algo futuro- y no la complementamos con AFRONTAR – HACER ALGO (eficaz), esto simplemente no funcionaría.

 

Espero que estas ideas te funcionen y si crees que puedan ser de utilidad para alguien, sientete libre de compartirselas.

 

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Psic. José Carlos Martínez

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¿Necesito ir a terapia?

Seguramente has escuchado que asistir a terapia tiene múltiples beneficios, que te pueden ayudar a “sentirte mejor” o “solucionar cosas” y en parte todo esto es cierto, pero además pueden surgir otras preguntas.

 

¿Cuándo necesito ir a terapia? ¿Existe alguna señal de alarma? ¿sólo se acude cuando me encuentro mal o puede ser para algo más?

 

Me gustaría compartirte algunas ideas de los motivos que nos pueden llevar a tomar la decisión de iniciar un proceso de terapia.

 

Aclarando que son muchas las razones por las que nos podemos sentir motivados a hacerlo y que hay ocasiones en las que puede ser difícil identificar que necesitamos alguna ayuda.

 

Sin duda,  para todos nosotros habrá momentos en que podremos solucionar nuestros problemas solos y llamar al especialista no será necesario; sin embargo, en ocasiones el sufrimiento, la ansiedad o el agobio llegan a ser tan intensos que nos provocan un gran malestar y  mantener un buen estado mental y emocional no es posible y por consecuencia nuestro funcionamiento se ve afectado.

 

Esta puede ser la primera señal de que es necesario acudir con un profesional de la salud mental – un psicólogo clínico-,  cuando nos percatamos que aquello que estamos viviendo ya no nos es posible resolverlo por nosotros mismos, nos comienza a “sobrepasar” y comienza a afectar nuestro ritmo de vida y a generar malestar o sufrimiento.

 

Cuando inicias un proceso de terapia con un profesional calificado y capacitado para ello, es posible que recibas la ayuda o apoyo específico y enfocado a tus necesidades, también te permite identificar el origen del problema y aprender herramientas que durante el proceso vas a aprendiendo y que hacen posible  afrontar de mejor manera  el problema y  disminuir el malestar que te está impidiendo seguir en este momento.

 

Entonces, ¿sólo puedo asistir cuando me estoy sintiendo muy mal o tengo algún “problema grave”?

El psicoterapeuta es un profesional que cuenta con una formación y herramientas  -idealmente basada en evidencia científica- que te ayudarán a resolver aquello por lo que estés pasando, sin necesidad de que sea algo realmente grave.

 

Muchas de las situaciones que atendemos los Psicólogos no son graves, sino situaciones cotidianas, problemáticas específicas o emociones intensas que de alguna manera las personas han aprendido a funcionar con ellas, pero que tienen un costo y  las personas deciden que no quieren vivir con esto porque vale la pena aprender a afrontarlas o sobrellevarlas mejor, y para ello no hay mejor estrategia que un proceso terapéutico.

 

Te comparto algunas de las razones por las que podemos acudir a terapia:

 

  • Problemas familiares, de comunicación o con la pareja.

 

  • Mejorar en tus relaciones personales, laborales o personales también es un buen motivo para acudir a terapia, en busca del crecimiento personal, y obtener herramientas para conseguirlo.

 

  • Cuando existe un profundo dolor que no sabemos cómo superar, si la emoción de tristeza es tan fuerte que cada vez es más difícil estar con ella, y se llega a transformar en un momento negativo que es difícil, algunos ejemplos pueden ser la perdida de algún ser querido o una ruptura amorosa.

 

  • Experimentar angustia, insomnio, agotamiento y pensamientos obsesivos.  Por ejemplo estar preocupado todo el tiempo por alguna situación en particular puede generar angustia que algo malo pueda ocurrir en algún momento o en ocasiones también puede ocurrir que experimentamos estos síntomas sin un motivo aparente.

 

  • Buscar un cambio en nuestra vida, fijar objetivos, hábitos nuevos o erradicar viejos, sin embargo, a pesar de intentarlo, llega a ser muy complicado y nos frustra el no saber por dónde empezar.

 

  • Experimentar la pérdida de control de nuestras emociones ante factores externos o internos y no saber cómo regresar a la calma para resolver de forma efectiva.

 

  • Experimentar síntomas físicos, como dolores de cabeza, estómago o enfermarnos contantemente sin una explicación médica, puede ser esa señal de nuestro cuerpo de que algo no está yendo bien y estemos experimentando este tipo de malestares, por causas emocionales.

 

Además de estas razones que comparto ahora, hay un sinfín de motivos por los cuáles podemos comenzar un proceso de psicoterapia, pues trae consigo beneficios en nuestro día a día que son aplicables, tengamos o no alguna de las situaciones antes mencionadas.

 

 

Si consideras que estas pasando por alguna de ellas, me gustaría invitarte a que te preguntes si lo que estás viviendo está siendo viable resolver por ti mismo, si la respuesta es negativa puedes considerar la posibilidad de buscar el apoyo de un profesional de la salud mental que te ayude con tu proceso y acercarte a la vida que quieres vivir.

 

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Psic. Sofía Vélez

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¿Cuál es la mejor terapia psicológica?

La terapia psicológica o psicoterapia, es el nombre que recibe el conjunto de técnicas usadas por el psicólogo clínico, con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes. A través de la psicoterapia se logra modificar la conducta para evitar aquellos comportamientos y pensamientos que nos provocan malestar.

 

 

Se tiene la creencia de que en la terapia psicologica solo es escuchar y darle consejos al paciente, pero la realidad es que la terapia se basa en un conjunto de tecnicas, habilidades y conocimientos que idealmente sean basados en evidencia para la mejor eficacia del tratamiento del paciente.

 

 

Es importante destacar que no todas las formas de psicoterapia han demostrado ser igualmente eficaces; algunas cuentan con mucha más evidencia empírica a su favor, extraída de años de investigación sobre los efectos que tienen sobre los pacientes como la terapia cognitivo conductal o terapia conductual contextual que actualmente son las terapias con mayor evidencia empirica que hay.

 

 

Una aspecto a tener en cuenta sobre las diferentes terapias conductuales es que a diferencia de otros enfoques teórico-prácticos, la terapia conductual se basa en la acción.

 

 

Así, los terapeutas conductuales se centran en el uso de las mismas estrategias de aprendizaje que llevaron a la formación de conductas no deseadas, orientando la terapia hacia la adquisición de nuevos comportamientos.

 

Estas terapias conductuales mantienen que el objetivo principal es la conducta ya que es observable y podemos saber con mayor certeza si es funcional o no para la vida del paciente, poniendo de lado las emociones, donde se normalizan y validan, así como enseñarle al paciente que tambien lo haga mientras se realizan estrategias de modificacion de conducta.

 

 

En conclusion, para saber cual es la mejor terapia es enforcarnos en que sea una terapia basada en evidencia, así el paciente tendrá mayores resultados a mediano plazo y podrá alcanzar sus metas con mayor facilidad.

 

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Psic. Bárbara Téllez

Referencias bibliográficas:

Baardseth TP, Goldberg SB, Pace BT, Wislocki AP, Frost ND, Siddiqui JR, Lindemann AM, Kivlighan DM 3rd, Laska KM, Del Re AC, Minami T, Wampold BE. Cognitive-behavioral therapy versus other therapies: redux. Clin Psychol Rev. 2013 Apr;33(3):395-405. doi: 10.1016/j.cpr.2013.01.004. Epub 2013 Jan 24. Erratum in: Clin Psychol Rev. 2013 Dec;33(8):1253. PMID: 23416876.

 

Wampold, B.E.; Flückiger, C.; Del Re, A.C.; Yulish, N.E.; Frost, N.D.; Pace, B.T. et al. (2017). In pursuit of truth: A critical examination of meta-analyses of cognitive behavior therapy. Psychotherapy Research. 27 (1): pp. 14 – 32.

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¿Por qué no me siento suficiente?

¿Te ha pasado que en algunos momentos “no das el ancho” y no puedes “sacudirte” esa “sensación” por más que lo intentes?.

 

 Lo analizas y suena ilógico porque sabes que eres un adulto, provisto de herramientas emocionales y cognitivas “maduras”, pareciera que el sentirse de esa manera tiene que ver con uno mismo, que “nos falta” algo, sin embargo sentirse “insuficiente” o “poco valioso”, no es necesariamente “real”, sino las reglas y aprendizajes fruto de un entorno que estuvo reforzando una interpretación excesivamente rígida y crítica de nosotros mismos.

 

Muchos de nosotros en algún momento de nuestras vidas hemos podido sentir que somos “inferiores a los demás” en algún aspecto, actividad, rasgo o característica.  Cuando tenemos esta sensación de “insuficiencia”, solemos  tener dificultades para poder evaluarnos en “grises” y lo hacemos de manera polarizada, en donde sólo hay dos opciones: “lo hice bien” o “lo hice mal”.

 

 Por supuesto, nos centramos sólo en los “defectos”, reforzando con comparaciones con los demás en las que “salimos perdiendo” y de nuevo entramos en un espiral en el que nos sentimos poco valiosos y visualizamos una imagen de nosotros mismos muy negativa.

El sentirnos “insuficientes” va muy ligado a nuestro autoconcepto, pues refleja las  percepciones, evaluaciones y pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos. 

Esta “evaluación”  que realizamos según hayan sido nuestras experiencias y lo que aprendimos de ellas.

 

Evidentemente nuestro autoconcepto empieza a forjarse desde la infancia y la adolescencia,  a través de nuestras vivencias en el hogar, en la escuela y con los amigos, y se consolida etapa adulta.

¿Cómo puedo dejar de sentirme “inferior”?

Primero, es importante que sepas que esta “sensación” es fruto de tu historia de aprendizaje, no es algo que deliberadamente “elijas”, por lo que conviene tener una actitud compasiva, comprensiva y paciente, a la vez que decidida y orientada al esfuerzo por hacer el cambio.

Algunas recomendaciones que pueden ayudarte a trabajarlo son:

  • Deja de compararte: cada persona tiene sus propias capacidades y virtudes. Si no eres capaz de reconocértelas, tómate un tiempo para buscarlas, observa qué es lo que se te da bien, con qué disfrutas.
  • Sé consciente de que nadie es perfecto, encuentra tus virtudes: De la misma manera que tú tienes aspectos que puedes mejorar, los demás también los tienen, y es responsabilidad de cada uno trabajar para conseguir lo mejor de sí mismo.
  • Acepta tus defectos: todos tenemos defectos y eso también nos hace ser diferentes. Es importante que aprendas a convivir con ellos, aceptarlos y tratar de mejorarlos siempre que sea posible sin obsesionarse, es necesario entender que no nos hace inferiores a los demás no ser tan buenos como ellos en algo.
  • Vive en el aquí y en el ahora: no hagas comparaciones constantes con el pasado. Ahora es una nueva etapa de tu vida en la que puedes aprender nuevas herramientas y estrategias para establecer nuevos retos, oportunidades y crecer a nivel personal.
  • No seas tan autoexigente: asumir que nadie es perfecto, que uno de los derechos principales de los que disfrutamos todos los seres humanos es el derecho a equivocarse puede contribuir a tu bienestar.

Cuando veas que estás autoexigiéndote y autocríticandote “en exceso”, evalúa si está afectando los aspectos importantes de tu vida, si es así, te invito a pedir ayuda. El pedir ayuda es el primer paso para acercarte a aquello que es valioso para ti, a sentirte mejor y aceptarte como eres: Valioso, suficiente e importante.

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Psic. Bárbara Téllez

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Ser Padre

En días como hoy, que se celebra el Día del Padre, vale la pena detenernos y reflexionar un poco acerca de la enorme labor que implica portar ese título, para quienes lo asumimos activamente y con responsabilidad; lo cual a veces implica que sintamos que estamos en deuda con nosotros mismos al convertirnos en Padres.

Para explicar un poco esto, les comparto que además de las necesidades “basicas” que los Padres deben cumplir como  un sano desarrollo físico, seguridad, vestimenta, cuidado de la salud, cambio de pañales, desvelos, paseos nocturnos a los servicios de urgencias, la alimentación, los viajes, los regalos, la educación formal, etc.

Algunos modelos del desarrollo  y comportamiento humano plantean que tenemos 5 necesidades emocionales, las cuales también se consideran básicas: conexión y aceptación, autonomía, competencia y sentido de identidad, libre expresión de emociones, espontaneidad y juego, y límites realistas – autocontrol, las cuales al ser “cubiertas” permiten un desarrollo saludable a nivel mental y emocional.

Como seguramente lo sabes, es todo un reto atender de manera “suficiente” estas necesidades, pues a  los Padres,ser «cabeza de familia»nos implica bastantes circunstancias y cosas por resolver que, con frecuencia, nos terminan empujando a “olvidar” que  estas necesidades emocionales existen.

La  crianza implica una lista bastante larga de destrezas y habilidades a enseñar (que irá aumentando a lo largo de los años) por lo que vale la pena celebrar y aplaudir los esfuerzos que los Padres hacemos todos los días, en el ejercicio de una paternidad activa y responsble pues invertimos nuestro tiempo en ello, al elegir salir a trabajar, privarnos de objetos, experiencias y de algunos aspectos de  nosotros mismos para poder brindar un espacio sano, amoroso, seguro y cargado de todos los elementos posibles para el crecimiento de nuestros Hijos, lo cual también es un modelo para los futuros padres y madres.

La Terapia de Aceptación y Compromiso busca que uno se convierta en su mejor versión, la más sana, la que deje una huella de mayor peso en el mundo, los hijos son como moldes bastante tiernos en donde esas huellas van a dejarles nuestro rastro por este mundo, y días como hoy considero que sirven para voltear a ver el panorama completo de aquellos que dejan esas huellas alguna vez fueron niños, jóvenes y adultos que tienen sus propias necesidades a cubrir: el sentirse conectado y amado, pero también competente y único, que su sentir sea visible ante el mundo, el poder jugar y divertirse, así como regularse y marcarse reglas y autocontrol.

Sin embargo, como es bien sabido, socialmente a los hombres se le sanciona el “necesitar” conectarse y darle lugar a su sentir en el mundo. Por todos aquellos miedos que se tuvieron que enfrentar de manera silenciosa y devota, aquellas tristezas y penas que tuvieron que ser pausadas u omitidas, las guerras con nuestros demonios, buscando evitar que lleguen a colarse en sus hijos, los proyectos personales que quedaron en un baúl de recuerdos y anhelos, el tiempo lejos mientras se busca traer el pan a la mesa.

 

Y a pesar de todo lo que se puede experimentar e incluso perder en el camino, el Día del Padre es un día para celebrar cómo hacemos todo para que nuestra existencia quede justificada al ver esos únicos o muchos pares de ojos que nos buscan al llegar a casa y gritar: ¡Papá!

Y sobre todo el reconocimiento, admiración y agradecimiento especial para quienes a pesar de no venir de hogares tan amorosos o cálidos, eligen romper con el ciclo de sufrimiento al brindar lo que no se tuvo de niño, es uno de los actos más amorosos que pueden existir.

Días como hoy son oportunidades para que el ser Padre, además de ser reconocidos por nuestros seres queridos, sea reconocido y aplaudido POR TI MISMO, y retomar o al menos premiarnos con lo que nos siga ayudando a hacer ese trabajo de la mejor manera posible, sea ropa, una buena comida, un paseo, un recuerdo o una promesa, mientras nos ayude a que papás sanos desarrollen niños sanos

Por todo eso y más todo aquel que porta este título pueda, al menos en días como hoy, recordarse lo importante que es para sus pequeños y la mejor manera es cuidar y cubrir todo aquello que nos ayude a cuidarnos y mantener siempre el temple de seguir con nuestra labor, el privilegio de cuidar, guiar y ser modelo de otro Ser Humano.

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Psic. Gerardo Ramírez

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¿Qué hace un Psicólogo?

El trabajo de un Psicólogo es algo de lo que con frecuencia escuchamos hablar, especialmente en el mes de mayo porque en México celebramos el día del Psicólogo  y me parece importante hablar un poco acerca de lo valiosa y gratificante que puede ser esta profesión.


Como Psicóloga, me dedico a atender adolescentes y adultos, durante este tiempo he tenido la grata experiencia de escuchar cada vez más a consultantes que acuden a terapia que pese a que aún luchan con estigmas por parte de personas que les rodean, le dan mucho valor a SU espacio de terapia. En una ocasión una consultante mencionó “realmente en este momento no sabría decirte de algún problema que tenga en específico, pero creí que sería importante empezar mi proceso, cuido mi salud física y por ende también deseo cuidar mi salud mental, estar bien conmigo misma”. Es ahí donde comprendí que se visibiliza cada vez más la importancia de los Psicólogos en la sociedad.

¿Por qué es tan importante? ¿Qué es lo que hace el psicólogo?

Para mí un psicólogo es un profesional que se ha preparado en la ciencia de la Psicología, y que usa esos conocimientos para acompañar y guiar a las personas en un proceso de cambio, ofreciendo un espacio donde el consultante se sienta seguro, escuchado y validado. Por medio de estrategias con evidencia científica, brinda herramientas para la resolución de problemas, para el desarrollo de habilidades que de manera significativa, brindarán una mayor calidad de vida.

Considero este trabajo un privilegio porque cada consultante nos deposita una parte de su historia, de su confianza, incluso en ocasiones llegamos a ser con quién por primera vez han podido hablar sobre lo que les ha aquejado por meses, incluso años. Es un honor para nosotros ser parte de esto, que sabemos que no ha sido nada fácil.

Entonces, si me preguntan a mí, ¿por qué es tan importante? Respondería que tenemos un gran compromiso, con cada consultante tenemos la oportunidad de acompañar, de brindar nuestros conocimientos para propiciar cambios, de poder ser parte de su desarrollo, siendo esto recíproco también, porque es muy satisfactorio poder ser parte de sus pasos y sus tropiezos.

Con nuestra labor y actitud podemos seguir “rompiendo estigmas”, es deseable que seamos los primeros en apoyar a nuestros familiares y  amigos cuando nos digan que han pensado en ir a terapia, porque tomar la decisión y emprender el camino hacia al cambio no es fácil, es laborioso, pero estar dispuesto y acompañado por un profesional hará que cada paso valga la pena.

Psic. Lorena Ramírez

Psicoterapeuta

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¿Es difícil meditar?

¿Alguna vez has hecho algún ejercicio de meditación para sentirte más “tranquilx”? ¿Cómo te fue?, ¿ayudó a disminuir la inquietud o estrés que experimentabas?

Por lo general, cuando nos acercamos a la meditación, solemos tener la intención que de  sentirnos mejor del “ruido” y malestar que experimentamos día a día en diferentes contextos: en el trabajo,  en casa,  con tus hijos, con tu pareja, en un día caluroso o estar atorados en el tráfico.

La intención es buena y la herramienta también, pero ¿qué tal si la meditación no tenga resultados inmediatos? ¿y si no logras relajarte las primeras veces?, ¡espera!  No lo abandones, la meditación puede darte muchísimos beneficios más, pero es poco realista esperar  resultados inmediatos en todos los casos, entonces ¿para qué hacerlo?

Para llegar a ese punto, necesitamos hablar  un poco de la base que sostiene a gran parte de las meditaciones, la cual llamaremos “Mindfulness”.

Mindfulness o “Atención Plena en el Presente” es una habilidad que nosotros como seres humanos podemos desarrollar a través de la meditación.

Y el estar “presente” o en una postura “mindful” tiene que ver con el cómo estamos manejando y dirigiendo nuestra atención, podemos dirigirla hacia lo que nos motiva, nos impulsa o lo que realmente queremos en nuestra vida. O podemos centrarla en nuestras emociones, pensamientos, recuerdos o sensaciones “desagradables” y cómo librarnos de ello, lo que casi siempre genera un aumento en la intensidad de las emociones, que hace que demos vueltas a cómo eliminarlas, causando un efecto “bola de nieve”.

Puedes elegir hacia donde diriges tu atención, al principio requiere esfuerzo, pero te compartiré algunas ideas que pueden ayudarte a ir entrenando el dirigir tu atención lo que es valioso para ti.

1.- La naturaleza de la mente:

Que vive continuamente en una “danza pasado-futuro”, es decir, nuestra mente puede irse a cosas que te pasaron ayer, hace unos días o incluso hace ya algunos años o también se adelantará a lo que “podría” pasar mañana, en unos días o unos años, y este “baile de la mente”, aunque es muy común, cuando es constante nos «enreda» y genera desgaste, porque dejamos de prestar atención a que está pasando y nos gustaría vivir.

2.- Mindfulness puede aprenderse de dos maneras:

– De manera “formal”, integrando una serie de pasos para su ejecución, los cuales pueden incluir:

Postura

  • Lugar cerrado o con poco ruido
  • Clima preferentemente frío o no tan cálido
  • Algún difusor con aceites esenciales

– De manera informal, de la cual hablaremos acá. Se le llama «informal» porque a diferencia de la manera “formal” de entrenarnos en mindfulness, aquí no es necesario seguir los pasos que te compartía renglones atrás, en este tipo de práctica sólo vamos a involucrarnos en lo que está pasando en el momento presente contactando con nuestros sentidos (gusto, tacto, olfato),  por ejemplo:

  • Notar el sabor de la pasta de dientes al cepillarte.
  • Percibir la temperatura del agua cuando te bañas.
  • Poner atención al sabor de tu comida: salado, picoso, dulce, identificar un sabor en particular.
  • Percibir la temperatura del aire que está entrando o saliendo por tu nariz.
  • Notar el “petricor”, o sea, olor de la tierra mojada después de la lluvia.

Estos ejercicios sencillos pueden ayudarte a llevar atención a lo que está pasando en un momento en particular, poner la mente en el presente, estar ahí y notar lo que pasa a tu alrededor y lo que pasa contigo (pensamientos, emociones, sensaciones, etc.), dejando que estén ahí, sin emitir juicios al respeto, centrando tu atención momento a momento y tomando la decisión de qué y hacia donde quieres dirigir tu conducta.

Algunas otras prácticas que te recomiendo comenzar a integrar a tu día a día son:

  • Describir el sabor de la comida que estés consumiendo.
  • Notar la temperatura del clima.
  • Sentir cómo es la ropa que traes puesta (suave, áspera).
  • Observar los detalles en los árboles, edificios, el cielo o el lugar donde te encuentres, como tamaño, forma, color, textura (si se puede tocar, claro)

Con la práctica constante, te darás cuenta que desarrollas la habilidad de estar más “fuera” que “dentro” de tu mente y mucho más involucradx con tus conductas y tu vida, en definitiva, más presente.

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Psic. Jesús Briseño

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«Turning Red»: Ser perfectos o ser nosotros mismos

Seguramente para este momento, en el que te encuentras leyendo esto, ya has visto más de una vez la nueva película de Disney Pixar Turning Red, y es que es claro, la película animada tiene un toque emocional y humorístico que a todos nos conmueve y nos hace conectar con muchas cosas de nuestra infancia y/o adolescencia.

Y ya sea que la repetiste más de una vez por su historia o por lo que te hizo sentir, es una gran película que además de hacernos viajar al pasado, la protagonista MEI-MEI nos comparte una gran frase:

“Abraza a tu panda interior”

Y entrando al tema del panda, ¿qué es lo que representa?

El panda rojo, en la película nos habla de todo aquello que realmente somos, lo que pensamos, sentimos, pero que no dejamos salir, ya sea porque no va con los “estándares de la sociedad” o porque se nos enseña en casa que expresarse o tener gustos distintos no está bien.

Esto lo vemos durante toda la película con Mei-mei y su mamá, donde desde pequeñas se les enseña que, para ser aceptadas, hay que “ser perfectas”, seguir con las reglas, creencias e ideales que se han trasmitido de generación en generación y el resto, sus gustos, emociones, pensamientos “el panda” debe quedar oculto por siempre.

Y, ¿Qué pasa con lo que ocultamos?

 Durante el filme observamos que la protagonista tiene que luchar con seguir su educación, y conseguir la aprobación de la familia ocultando lo que realmente siente y quiere, o ser ella misma, disfrutar de su adolescencia, de sus amistades y “dejar salir” lo que es, cree y siente, en otras palabras; sentirse libre de expresarse.

Y durante todo este proceso de lucha, se suscitan situaciones como el esconderse de su familia, seguir aparentando que es perfecta, y a su vez decidir entre sus raíces, sus amigas, y sus emociones, algo que nos suele pasar muy seguido, pues en todo momento sucede que debemos elegir entre ser nosotros o ser “perfectos”

¿Y entonces qué nos enseña está película?

Al final podemos ver a Mei-mei y su mamá reconociendo que la manera en que cada quién actúa, siente y piensa; ya sea como mamá o hija, está bien, es parte de esa perfección que cada una tiene, y nos lo dejan ver cuando la mamá de Mei-mei acepta que no importa cómo sea ella, siempre tendrá su aprobación.

Nos enseña que, no es necesario vivir siendo uno u otro, sino que podemos ser los dos, y seguir siendo nosotros, ser quien nos gusta ser, y no por eso dejamos de ser “perfectos”.

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Psic. Sofía Vélez

Captura de Pantalla 2022-03-29 a la(s) 9.44.50

Will Smith y la bofetada, un análisis funcional.

Han pasado más de 24 horas de aquella situación en los Oscar® que como espectadores y los propios asistentes desconocíamos si era algo planificado o algo real, lo que si es que casi de inmediato los que estábamos desde la comodidad de nuestro hogar pudimos acceder a las redes sociales y como ya es algo habitual, comenzamos a dar nuestra opinión, otros a juzgar, otros más a defenderlo, otros a atacarlo, unos cuantos más a insultarse entre ellos defendiendo su postura y así se ha vivido en el variado ambiente virtual, donde se le unen las reacciones y entrevistas de los asistentes y otras personalidades del medio actoral estadounidense y algunos más del mundo.

Lo que les quiero comentar en esta entrada es desde una postura neutral, puesto que la conducta de Willard Carroll Smith Jr (o mundialmente conocido como Will Smith) hacia el comediante Chris Rock puede ser una conducta que alguno de nuestros consultantes puede hacer (tu colega que nos estás leyendo) o que tú apreciable lector que no es terapeuta, puede ver, puede ser escuchado de alguien más que lo vivió o incluso estar en alguno de los dos lados. Y al ser una postura neutra dejo que el lector saque sus propias conclusiones de que si dicho comportamiento es algo bueno o malo, si es defendible o indefendible.

Partamos de que el Análisis funcional descrito en palabras sencillas por la Dra. María Xesus Froxan en su libro Análisis funcional de la conducta humana. Concepto, metodología y aplicaciones “es la herramienta indispensable para comprender, explicar y/o modificar la conducta humana”, es la vía que nos llevará al hecho de que lo hecho por Will Smith es algo funcional.

Sin meternos en tantos tecnicismos para los lectores que no son terapeutas, podemos decir que el análisis funcional integra dos tipos de aprendizaje; el primero el que se da por la aparición de estímulos (e) y lo que nos hace responder como si fuera un reflejo automático de nuestro cuerpo (r). Y el segundo es el aprendizaje que obtenemos de las consecuencias de nuestros actos y que aquí podemos encontrar, el obtener algo agradable (Rf +) o el que nos quitemos algo desagradable que nos hace sentir bien (Rf -)

Ahora sí, con los símbolos más importantes descritos comencemos este viaje.

Primero pongámonos en la situación de Will Smith, escuchar que alguien está haciendo comentarios hirientes (aunque sean un chiste, pero esto puede ser parte de otro análisis) hacia un ser querido/amado para ti, acerca de una patología como la alopecia. Luego voltea a ver ese ser amado, su esposa, y ve en ella la reacción hacia esos comentarios, una reacción de impotencia, tristeza, dolor… ¿qué te haría sentir?, lo más probable es que sientas enojo y si nos vamos a Reyes Ortega y Tena Suck (2016), la función de dicha emoción es de poner límites, así que no nos extrañe que Will quería ponerle un límite a Chris

Sé que dentro del ED, Estimulo discriminativo dentro del contexto del análisis funcional, estoy omitiendo el dialogo interno pudiese haber tenido Will Smith antes de levantarse e ir hacia tras Chris, sin embargo sería un poco jugar al adivino a qué exactamente se dijo y la baraja de opciones de pensamientos, imágenes mentales que pudo tener Will aquí era muy grande por lo que he optado por solo dejar en el ED (o como me gusta llamarlo para las personas que no son terapeutas, Eso que Detona) la emoción de enojo, pero teniendo en cuenta que hay un elemento ahí más en esa seguidilla de Estimulo-Respuesta del condicionamiento clásico.  Yéndonos al siguiente elemento dentro del análisis funcional y partiendo de lo que pudimos presenciar en la transmisión, tenemos que las Respuestas (R) de Will Smith fueron…

1)     Dar una bofetada
2)     Pedir enérgicamente dejar de mencionar el nombre de su esposa

La primera siendo la que se lleva todos los reflectores, pero la segunda quedando ahí como complemento de lo que quería conseguir Will, quedando entonces la secuencia de eventos como sigue:

 

¿Qué es lo que resta?, justamente mencionar lo qué consiguió Will Smith con ambas conductas respecto a su malestar emocional, provocado por el enojo y los pensamientos que lo acompañaban en el ED. Como lo acabo de mencionar, hay un malestar y ese malestar busca terminarse o más correctamente regularlo hasta su mínima expresión, por lo tanto esta función sería la obtenida con la respuesta 1.
 
 Consiguiendo este efecto y si fuera la primera vez que Will Smith pasara por esto en su vida, aprendería que su acción de dar una bofetada lo tranquilizaría, le quitaría el malestar emocional haciendo posiblemente se repita en un futuro (ahora bien, como Will es un adulto se puede teorizar que alguna vez en su vida ha dado un golpe, por lo que este aprendizaje posiblemente ya esté interiorizado).

No debemos olvidar el para qué sentimos enojo en nuestras vidas, el cual es la de poner límites, claramente es algo que buscaba Will Smith conseguir tanto con la respuesta 1 y reafirmarlo con la segunda, por lo que considero coherente ponerlo en ambas; así pues Chris Rock terminó el chiste con la bofetada y al pedir que éste no volviera a decir el nombre de su esposa hizo que entre que sí y entre que no terminara el tema.


¿Habrá conseguido algo más Will Smith con sus acciones?, quizás si escuchamos su discurso tras ganar el Oscar ® menciona, “Richard Williams was a fierce defender of his family… I wanna be an ambassador of that kind of love, and care, and concern”, lo cual traducido sería “Richard Williams fue un feroz defensor de su familia… quiero ser un embajador de ese tipo de amor, y cuidado y preocupación” por lo que podemos considerar que para Will Smith proteger a su familia es importante, por lo que tanto para la primera y segunda conducta es evidente que Will se ve alcanzando ese valor de vida, quedando nuestro esquema de la siguiente manera:

 Otros reforzadores sociales pudieron venir tanto de su esposa, amigos o redes sociales pero no fueron en el momento y es ahí donde cabe la pregunta, ¿esto que obtuvo Will Smith en el momento es lo suficientemente importante para que lo llevaran a hacer lo que hizo sin pararse a pensar en consecuencias a mediano o largo plazo?, pues al parecer sí.

¿Estos comportamientos son tajantemente blanco para que Will Smith tome terapia?, pues eso dependerá de si las consecuencias a mediano y largo plazo generan mayor peso que lo conseguido originalmente por sus acciones y considera que pudiera volver a actuar así en el futuro y por ende interferir con aquello que le es relevante.

Espero que con este breve escrito nos lleve a comprender por qué las personas hacen ciertos actos, y sin profundizar en aspectos como historia de vida, aprendizajes de interacciones pasadas con otras personas y/o vivencias, podamos entender en lugar de juzgar.

Referencias
Parga, F. M. X. (2022). Análisis funcional de la conducta humana. Concepto, metodología y aplicaciones. Pirámide.

Ortega, M. A. R., & Suck, E. A. T. (2016). Regulación emocional en la práctica clínica. Alianza Editorial. 

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Psic. José Carlos Martínez

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«No se habla de Bruno»…

Seguramente ya has visto, o al menos escuchado o visto algún meme sobre “Encanto”, la película que habla sobre una familia con una serie de “dones” que les brindan habilidades mágicas y únicas a los miembros de la familia, además de tener una de las canciones más pegajosas de los últimos años (¿a poco no leíste cantando el título?) , excepto por Mirabel, la hermana alegre y que siempre se esfuerza mucho por ayudar y contagiar de optimismo a los demás. Sin embargo, al no tener un don llega a preguntarse si es lo suficientemente buena o capaz tanto para ayudar a los demás como para ser parte de esta mágica familia.

Mirabel y su familia nos pueden ayudar a entender los “esquemas desadaptativos” y cómo pueden afectar nuestra calidad de vida, puesto que incluyen creencias, expectativas y experiencias previas de aprendizaje que van marcando una manera de comportarnos, que  a veces puede ser disfuncional.

 

Jeffrey Young es el psicólogo creador de la Terapia de Esquemas, y los definió como “patrones cognitivos, emocionales y comportamentales desadaptativos que inician en el desarrollo temprano y se repiten a través de la vida”; son una tendencia a estilos de respuesta disfuncionales a nivel cognitivo, emocional y comportamental que afectan la vida adulta.

 

Los esquemas los podemos identificar cuando hay algo que “sentimos” (por ejemplo Mirabel, que “sentía” que era inferior a los demás de su familia) y no nos “hace sentido” con la realidad, cuando estos esquemas se activan podemos notar emociones intensas y en ocasiones duraderas. Estos esquemas nos ayudaron a sobrellevar las situaciones de nuestro contexto en la infancia, pero en la adultez tienden a ser limitantes, rígidos, “automatizados” y disfuncionales para una adecuada calidad de vida.

 

La Terapia de Esquemas plantea que estos “esquemas desadaptativos” son resultado de aprendizajes en situaciones que implicaban una alta carga de emociones y sensaciones aversivas/dolorosas en nuestra infancia. Dichas experiencias se generaron por que el contexto (padres o cuidadores) no cubrió las necesidades emocionales (conexión, aceptación, autonomía, libre expresión de emociones, espontaneidad,  juego, límites realistas y autocontrol), necesarias para desarrollarnos adecuadamente a nivel emocional.

 

Estos “esquemas” son entonces formas que se convierten en desadaptativas de enfrentarse a experiencias que nos resultan dolorosas o aversivas (etiquetadas como “negativas”) que se fueron consolidando a lo largo de nuestro desarrollo, por ejemplo discusiones familiares, rechazo de las personas a nuestro alrededor, críticas, invalidación,  sobre-exigencia de las figuras adultas,  hostilidad, agresión, negligencia o cuidados inadecuados.

 

Y para ejemplificar algunos de éstos esquemas, la película nos ofrece algunos personajes cuyos “dones” traen consigo algunas experiencias no tan agradables, ¿quieres conocerlos?

 

Mirabel: la hermana que siempre está alegre, dispuesta a dar lo mejor de ella para ayudar y apoyar a los demás con sus destrezas,  a pesar que es sumamente optimista, constantemente se cuestiona si hay algo en ella que sea “mágico”,  ¿soy lo suficientemente buena?. El no tener el “don” implica asumir que algo en ella no está bien, como si fuera imperfecta (checa la actitud de su abuela al respecto, no es que Mirabel lo haya sacado de la “nada”).

 

Mirabel es un ejemplo del esquema “imperfección/vergüenza” que nos hace sentir incompletos o malos. Temerosos de que las personas nos conozcan y descubran nuestros defectos (como al inicio de la película, evitando mencionar que no tiene un don). Por lo tanto, no encontrará a alguien con quien sentirse valioso, capaz o merecedora de amor. Se preocupa por el juicio de los demás. El sentimiento de vergüenza está siempre presente.

 

En segundo lugar está Isabela, la hermana cuyo don consiste en crear flores y plantas a voluntad, contagiando a todos con un ambiente muy hermoso, colorido y perfecto. Ella se esmera en que todo siempre salga “perfecto”: sus flores, su arreglo personal, la manera de comportarse con las personas del pueblo, cumpliendo las expectativas de su abuela. Sin embargo, carga con la responsabilidad de cuidar que todo lo que haga sea así,  “perfecto”, tiene la enorme presión de nunca equivocarse, estando siempre bajo la lupa de la familia y la comunidad, a siempre ejecutar sus acciones de manera refinada y lo mejor posible.

 

Isabela es un ejemplo del esquema “estándares incalcanzables” nos hace creer que “nunca seremos suficiente”, siempre hay que intentar hacer más y mejor.  Isabela trata de satisfacer estándares cada vez más altos para evitar la crítica, tanto de ella misma como de los demás, volviéndola rígida, perfeccionista y desconectándola de la espontaneidad que nos permite divertirnos y con lo que nos gusta hacer, así como descansar y disfrutar de su tiempo. La autocrítica es un común denominador de este esquema.

 

Luisa es la hermana con la increíble fuerza necesaria para las tareas y actividades difíciles y complicadas como mover puentes, casas, grandes rocas y cargar con todos los burros de la comunidad. Dada su fuerza, todos la buscan y siempre le piden ayuda, trabajando duro para solucionar la vida de los demás, sin embargo, siempre anhela un momento para dejar la carga de los otros de lado y poder disfrutar un tiempo de relajación y descanso.

 

Luisa ejemplifica el esquema “autosacrificio” que con frecuencia nos lleva a voluntariamente sacrificar nuestras necesidades por otros (que vemos “débiles”) y cuando se busca satisfacer las propias necesidades genera mucha culpa (por sentirse egoísta. Ser hipersensible al dolor de los demás es parte del esquema. A la larga, genera resentimiento por aquellos por quienes uno se sacrifica, dado que las propias necesidades se quedan “crónicamente” sin ser atendidas.

 

Y para terminar, Bruno, “el que no debe ser nombrado” en la familia Madrigal, pues sus poderes implicaban la habilidad de ver el futuro y como no eran predicciones “agradables” (perder el cabello, engordar, estar muy triste el día de tu boda o  la posiblidad de perder los poderes de la familia). Todos comenzaron a temerle y alejarlo gradualmente. Nadie lo entendía, pues resultaba que las predicciones eran parciales, sólo mostraban las consecuencias que pasarían de no cambiar la manera de comportarse de aquellos a quienes veía en sus visiones.

 

Este rechazo, aislamiento y no comprensión que recibió Bruno, puede ilustrar el esquema  “privación emocional” en el cual sentimos que los demás no atenderán nuestras necesidades emocionales, incluyendo la empatía, el afecto, validación y el acompañamiento, por tanto, Bruno tiene un “don” que le provoca sentirse incomprendido y frustrado, además de no recibir  el mismo nivel de empatía y cariño que proporciona a los demás, generando incluso que sea “desterrado” por su abuela. La sensación de que no nos van a comprender, reconocer o validar es muy común en este esquema, y al igual que él, podemos tender a aislarnos, lo cual refuerza el esquema.

 

La Terapia de Esquemas  es un planteamiento interesante para reconocer estos patrones en nuestra historia de aprendizaje (los que hemos descrito acá no son los únicos, se han descrito en total 18 esquemas), identificar lo «disfuncional» que nos está resultando y trabajar en el cambio que se requiere para incrementar nuestra calidad de vida, fortaleciendo comportamientos que nos acerquen a una vida más plena y equilibrada. Si no la has visto, te recomiendo que la veas, “encanto» es un buen ejemplo de cómo  nuestros aprendizajes, expectativas y el mismo contexto pueden interferir en que podamos vivir como siempre lo hemos deseado, y que es posible alcanzarlo a través del cambio en nuestros comportamientos.

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Psic. Gerardo Ramírez